El polen, los ácaros en el ambiente, las primeras salidas al aire libre… la primavera es tiempo de reflote de alergias, en especial de aquellas cuyos síntomas afectan a la vista. En este post te daremos algunos consejos para el cuidado de tus ojos en primavera.
Picazón, lagrimeo excesivo, ojos rojos, secreción, inflamación o edema en los párpados son algunos de los indicios de la conjuntivitis alérgica, e incluso aquellos que no la han sufrido antes antes pueden llegar a tenerlos en algún momento. Pero además, en esta estación en la que tendemos a pasar más tiempo en el exterior, debemos tener cuidado también con la exposición de los ojos a los rayos solares, que comienzan a ser intensos, o con ciertos ambientes que propician el síndrome del ojo seco. Sigue los siguientes consejos para pasar mejor este período.
- Mantén una correcta higiene
Lávate las manos a menudo y elude frotarte los ojos, así evitarás el contacto directo con posibles partículas de polen que se te hayan podido pegar. Además, usa suero fisiológico para la higiene de tus ojos y protegerlos así de una posible infección.
- Cierra ventanas y ventanillas
Manteniendo cerradas las ventanas de tu casa y las ventanillas del coche evitarás llenar estos espacios de polen.
- Usa gafas de sol
Unas gafas de sol te ayudan a proteger los ojos del polen, del viento o de otras partículas que se puedan encontrar en el aire. Además, incluso en los días nublados los rayos ultravioletas pueden llegar a ser nocivos, así que si te resguardas de su exposición reducirás el riesgo de cataratas, degeneración macular y otros problemas oculares.
- Protege también tu ropa
Quítate la chaqueta y los zapatos al entrar en casa para evitar esparcir el polen que se te haya podido pegar del exterior. Evita tender la ropa fuera, en patios o jardines con plantas.
- Date una ducha tras una salida al campo
Si realizas salidas o excursiones al campo habitualmente, te recomendamos una ducha antes de acostarte. Así eliminarás el polen de tu piel y cabello.
- Consulta los niveles de polen
Controla los índices diarios de polen. Así podrás decidir pasar menos tiempo fuera cuando esos niveles sean muy altos.
Otras patologías primaverales
- Haz un seguimiento de tus síntomas
Enrojecimiento, comezón, ojos llorosos…. habitualmente estos síntomas se asocian a las alergias, pero también pueden estar relacionados con infecciones u otros problemas inflamatorios. Si no mejoras con un tratamiento antialérgico, visita al oftalmólogo para confirmar el diagnóstico.
- Utiliza lágrimas artificiales
El síndrome del ojo seco se acentúa con los cambios de temperatura que se dan en primavera, con el polen ambiental con y el exceso de polución en ambientes de baja humedad. Utiliza lágrimas artificiales y pomadas oftálmicas lubricantes antes de acostarte. Si no mejoras visita al oftalmólogo.
- Vigila con los deportes y actividades al aire libre
Gracias a la agradable temperatura, la primavera es uno de los mejores momentos para practicar ejercicio en el exterior o para dedicar tiempo a aficiones como la jardinería. Estas actividades pueden comportar riesgo de accidentes oculares como rasguños en el ojo u otras lesiones más graves. Por ello, asegúrate de protegerlos bien con gafas apropiadas.
- Limita el uso de las lentes de contacto
Si sufres conjuntivitis alérgica es mejor dejar de usar las lentillas por un tiempo, ya que agravan los síntomas y pueden provocar infección.
- Cuida tu alimentación
Recuerda que seguir una dieta rica en vitaminas es siempre aconsejable para reforzar nuestra salud ocular. La primavera nos ofrece una gran variedad de alimentos beneficiosos para la vista con un alto contenido en vitaminas A, C, D o E. Puedes consultarlos en el post: “Alimentos beneficiosos para la vista”.
¡Ah! Y un último tip, la primavera es un buen momento para una operación de cirugía refractiva. Así de cara al buen tiempo podrás disfrutar de una buena visión y evitarás cargar en tus vacaciones con el kit de lentillas, gafas, gafas de sol graduadas , etc. ¡Decídete y solicita visita con nuestros especialistas!