¿Qué es la oftalmología pediátrica?
Esta especialidad se ocupa de los trastornos de la visión que tiene lugar desde el nacimiento hasta la adolescencia. El desarrollo del niño está directamente relacionado con el desarrollo visual. Por lo tanto, las alteraciones oftalmológicas pueden conducir a un retraso del aprendizaje en la infancia.
El desarrollo visual se inicia con el nacimiento y termina entre los 6 y los 8 años de edad. Para que se lleve a cabo correctamente es imprescindible que no exista ninguna alteración oftalmológica durante este período. Así, para lograr una correcta capacidad visual, tanto en cantidad (agudeza visual) como en calidad (visión binocular/estereopsis), es necesario un diagnóstico precoz de cualquier enfermedad ocular para poder instaurar precozmente el mejor tratamiento posible.
Un diagnóstico tardío puede causar un defecto para toda la vida.
Las alteraciones más frecuentes son:
- Defectos refractivos (hipermetropía, miopía, astigmatismo)
- Estrabismo (desviación ocular)
- Ambliopía (ojo vago)
Hay patologías graves, poco frecuentes, que debemos tener en cuenta:
- Cataratas congénitas
- Glaucoma congénito
- Retinoblastoma (tumor de la retina), lesiones retinianas
- Ptosis palpebral
- Lesiones corneales
Por todo esto, son recomendables los controles oftalmológicos y corresponde al oftalmólogo pediátrico realizarlos. No hay una edad mínima para que un niño pueda ser explorado. A cada edad se utilizan los medios de exploración adecuados.
Otras enfermedades muy frecuentes en la infancia no conllevan alteración en el desarrollo, pero no por esto es menos importante el diagnóstico correcto y el tratamiento:
- Obstrucción lagrimal congénita
- Conjuntivitis alérgica
- Orzuelos
Primera visita al oftalmólogo
Podemos explorar a los niños en todas las edades, desde el momento del nacimiento. Ante cualquier duda se debe consultar al oftalmólogo, nunca hay que esperar a que el niño sea mayor.
Si no se observan alteraciones, las revisiones oftalmológicas deben iniciarse entre los 2 y los 3 años de edad, independientemente de si hay o no antecedentes familiares, y deben realizarse cada año.
El niño está cambiando con el crecimiento y su sistema visual también.
Defectos refractivos
En el ojo normal, las imágenes se ven nítidas porque se proyectan sobre la retina, pero no podrá ser si el ojo no tiene la forma o el tamaño correctos, esto sucede si el paciente tiene un defecto refractivo.
Los defectos refractivos son de tres tipos: hipermetropía, miopía y astigmatismo.
- Hipermetropía: dificultad para ver los objetos que tenemos cerca
- Miopía: dificultad o imposibilidad de ver los objetos que tenemos lejos
- Astigmatismo: las imágenes se ven distorsionadas.
El astigmatismo se puede dar solo o asociado a la hipermetropía o a la miopía.