Legañas

Legañas, qué son

En este post te hablaremos sobre las legañas, qué son, qué patologías indican y cómo limpiarlas para evitar infecciones. Esta secreción de las glándulas de los párpados para mantener la humedad en los ojos mientras dormimos puede tener consecuencias si su cantidad es excesiva. También pueden indicar infección ocular si su aspecto es purulento.

Qué son las legañas

Las legañas son producto de una acumulación de lágrima seca y de células epiteliales muertas. Suelen ser habituales mientras dormimos, ya que, al no parpadear, las pequeñas cantidades de este humor quedan en los ojos.

Además la temperatura corporal baja un poco, la capa lipídica se condensa más y puede solidificarse en parte. Ello da lugar a las legañas que podemos tener al despertarnos enganchadas en nuestros párpados y pestañas. Asimismo se cree que, al estar más relajados los músculos lisos que contraen las glándulas sebáceas de los párpados, permiten que se acumule en las pestañas una mayor secreción de grasa.

Legañas: patologías

A pesar de que las lagañas son muy habituales, cuando se segrega más cantidad de la habitual y estas se encuentran esparcidas por el borde palpebral, puede ser síntoma de un problema ocular. Si son blancas o algo amarillentas pueden indicar blefaritis, una inflamación producida por exceso de seborrea o por infección en el borde de los párpados. En este caso se aprecia una mayor cantidad de legañas al despertar a causa del aumento de la producción de grasa. También se producirá una inflamación generalizada o localizada del párpado. .
Si las legañas van acompañadas de un lagrimeo constante y del ojo rojo, puede tratarse de una conjuntivitis vírica. Si estas son abundantes y de color amarillo o verde, lo más probable es que se trate de una conjuntivitis bacteriana. En ambos casos las legañas son más espesas, pegajosas y amarillentas, especialmente en niños.

Cómo limpiar las legañas

Las legañas se limpian sin problemas al lavarse la cara por las mañanas, frotando los párpados suavemente con las manos limpias y arrastrándolas de dentro hacia fuera. Nunca hay que rascarse los ojos al levantarse sin haberse lavado antes las manos para evitar producir una infección.
Si las legañas son abundantes en el contexto de una blefaritis, una conjuntivitis u otras patologías oculares, pueden ser útiles las toallitas de higiene oftalmológica para limpiarlas. También podemos usar gasas estériles impregnadas con ácido hialurónico u otras sustancias estériles, no irritativas y antisépticas que facilitarán la correcta higiene del ojo.
Aún así, si nos levantamos cada mañana con abundantes legañas acompañadas de los síntomas descritos anteriormente, es aconsejable solicitar visita en la consulta de oftalmología.

La lágrima

Las glándulas lacrimales producen lágrima durante todo el día para mantener los ojos adecuadamente hidratados y permitir así una correcta visión. Además, protegen la superficie del ojo contra agresiones externas, como las provocadas por partículas en suspensión en al aire, polvo, pólenes, insectos o por la misma sequedad ambiental.

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