¿Qué son los tubos de jones?
Los tubos de jones son unos tubos de drenaje artificial que sustituyen la vía lagrimal. Se implantan mediante cirugía y servirán para comunicar la superficie ocular con la fosa nasal.
¿En qué casos se realiza?
Es un tratamiento de segunda elección, ya que se realiza en la obstrucción de la vía lagrimal que no puede resolverse con una dacriocistorrinostomía.
Exámenes previos
Antes de aplicar los tubos de jones, debe realizarse un examen oftalmológico completo que incluya un examen de la zona palpebral y periocular.
Por otro lado, el cirujano debe estudiar la irrigación de la vía lagrimal mediante el uso de una solución salina, que se inyecta a presión en la vía lagrimal con el fin de evaluar en qué zona se encuentra la obstrucción.
En ocasiones, es necesario realizar una dacrioescinografía, una prueba funcional de las vías lagrimales.
Durante la intervención
El cirujano crea un canal artificial en el hueso nasal que comunique la superficie del ojo con la fosa nasal, donde se colocará y fijará el tubo de jones. La cirugía se realiza de forma ambulatoria bajo anestesia local y sedación.
Postoperatorio
Las primeras 24 horas de postoperatorio, el paciente debe llevar el ojo ocluído. Pasado este tiempo es recomendable que el paciente acuda a consulta para una revisión.
Además, el paciente debe seguir un tratamiento antibiótico y antiinflamatorio oral y tópico.
Tras dos semanas, el paciente se visita de nuevo para evaluar y controlar la correcta cicatrización y funcionalidad del tubo de jones. Los resultados definitivos se pueden apreciar un mes y medio después de la cirugía.