¿QUÉ SON LOS TUMORES INTRAOCULARES?
Los tumores intraoculares son aquellos tumores que aparecen en el interior del ojo. Lo hacen en distintas formas:
Retinoblastoma: Es el tumor maligno intraocular más frecuente en la infancia. Es fundamental diagnosticarlo y tratarlo precozmente ya que es muy agresivo.
Melanoma coroideo: Suele derivar de la coroides, siendo el tumor maligno intraocular más frecuente en el adulto. Puede ser primario o resultado de una metástasis de otro tumor, como el de pulmón o mama.
Hemangioma coroideo: Es un tumor benigno (no se disemina), pero que tiene un crecimiento muy rápido y agresivo, pudiendo lesionar el nervio óptico y la mácula, lo que produce una pérdida severa de visión.
¿POR QUÉ SE PRODUCEN?
La mayoría de tumores intraoculares en el adulto no tienen una causa de aparición clara. Pueden ir asociados a algún síndrome o pueden ser resultantes de la metástasis de otro tumor primario. Sin embargo, la mitad de los retinoblastomas son congénitos, es decir, de nacimiento, por transmisión de una generación a otra.
¿CÓMO SE MANIFIESTAN?
Normalmente estos tumores son asintomáticos y son descubiertos incidentalmente en una exploración de rutina. Como son tumores que se localizan dentro del ojo, no dan problemas hasta que crecen, donde pueden producir un desprendimiento de retina, una hemorragia intraocular o una disminución de la visión.
TRATAMIENTO DE LOS TUMORES INTRAOCULARES
Según el tipo de tumor, la malignidad, la ubicación y el tamaño, se da un tipo de tratamiento u otro. En los tumores malignos generalmente se realiza la cirugía de microincisión junto a quimioterapia o radioterapia.
Para casos concretos como el melanoma coroideo, el tratamiento de elección es la placa de braquiterapia (aplicación de radioterapia local en el tumor).
Para el retinoblastoma es muy importante valorar los distintos tratamientos y acompañarlo de quimioterapia, ya que es muy sensible a ésta.
Por último, para los hemangiomas de coroides suele utilizarse la terapia fotodinámica.
Puede ocurrir que los tumores reaparezcan tras haber sido tratados, por ello es importante realizar un seguimiento periódico tras el tratamiento.
PREVENCIÓN
Estos tumores no son prevenibles, pero es importante realizar un diagnóstico y tratamiento precoces para evitar pérdidas de visión secundarias o que se diseminen.